Tierra linda

No es tu luz Es la estela que deja en mi retina No es tu historia Es la savia vivificadora que tañe incesante cuando te pienso No son tus paisajes, como pintados sobre un lienzo de oro Ni el caribe vagando por mi cuerpo Cuando, atribulado, me sumerjo en tus cristalinas aguas Ni es tu cielo, tan azul que a tu lado cualquier otro cielo sería marrón, o gris, Pero no azul… Es cada una de las cosas que nadie te ve Es tu mestizaje La heroicidad heredada de los aztecas La magna sensibilidad de los mayas La llama inextinguible que arde en tus calles En la mirada de quienes te pueblan En cada rincón invisible de tu vasto territorio Tierra curva Como un garfio que acuna un golfo: tu golfo Tierra blanda, Tierra linda Que dirían los tuyos. Se escapan tus sueños cada noche que nos velas Cada noche que acaricias, intrépida, Infinitamente cariñosa Nuestro dolor al dormirnos -y no poder verte- No son tus cenotes Más que simples dolinas, pequeños milagros bajo tu suelo Las puertas al inframundo No son tus ruinas Son las mías, las que habitan en mi interior Las que, al contemplarte, me enamoran de tu raza Es todo, sin que todo pueda concentrarse en nada Porque así es lo bello: inenarrable Contradictorio, sugerente como tu acento Como cada una de tus hermosas expresiones Como cada región o cada ciudad que hilvanan tus entrañas Desde Jalisco hasta Yucatan Realmente, si te digo la verdad, no sé lo qué es Pero ándale, ¡que chido ha sido conocerte, güey