top of page

Street art en Penang

Foto del escritor: paupujol5paupujol5

Actualizado: 6 sept 2020

En la película “La rosa púrpura de El Cairo”, Cecilia (Mía Farrow), afirma: Acabo de conocer a un hombre maravilloso, es de ficción, pero no se puede tener todo”. Asimismo, en seis personajes en busca de autor, obra de L. Pirandello, leemos en una de sus páginas: “Crear lo verosímil para que parezca verdadero”.

Pregunto: ¿Quién alguna vez, estando soñando, no ha creído que en verdad estaba despierto, y viceversa? ¿No es esa, la mezcla entre lo auténtico y lo soñado (pudiendo ser “lo auténtico” un mero sueño y sin embargo el sueño lo real), sobre lo que con tanto frenesí se ha escrito y pintado?

Sin ir más lejos, el escritor español Vila Matas nos enseña que la frontera entre realidad y ficción es tan estrecha que por ella no podría precipitarse ni una hoja de papel… ¿Cual es el hilo que lo conecta todo? Si pudiéramos continuar, como en una película que se deja en pausa, el sueño de la noche anterior ¿habría tanta diferencia entre estar despierto o durmiendo?

Penang (concretamente Georgetown) e Ipoh, son dos ciudades que invitan a estas y muchas otras reflexiones. El street art logra en amblas poblaciones, al menos desde mi punto de vista, la culminación de dos de los anhelos de la postmodernidad: desenmascarar y ubicar la verdad en un contexto y una perspectiva sui generis.

Que el lenguaje crea el mundo y no al revés es justo lo que, con una pericia excepcional, nos recuerdan los artistas de Georgetown y de Ipoh con sus murales… ¿No era Wittgenstein quién decía que los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo?

Entre todos los artistas que pintaron murales en Georgetown e Ipoh, merece una mención especial el lituano Ernest Zacharevic, que fue quien introdujo en ellos elementos tan cotidianos como una motocicleta, un taburete o un columpio… Así, incluyendo dichos elementos, el espectador, a través de su mirada y su imaginación, puede interactuar con los murales y completar la obra de arte, por cierto, condenada por este motivo a una cíclica vorágine de fases de inconclusión (momento en que nadie mira el mural) y de finalización (momento en que el mural recibe un nuevo espectador).

Algo tienen los sueños, no sé si será la inconsistencia, brumosa y etérea, sobre la que están edificados, o su resplandeciente fugacidad, que los hacen una parte indispensable de nuestras vidas… Son la antesala de la esperanza, el lugar en que cualquier derrota pude convertirse en un irremisible triunfo. Yo por si acaso, iré a leer a Lope, a ver si así se me aclaran las ideas.

35 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Kommentare


Creado por Pau Pujol. Creado con Wix.com

bottom of page