Locura es un grito sofocado por la mañana,
justo cuando el mundo despierta y se compadece de ti…
Locura es la impávida estela que deja tras de sí la incomprensión,
el sufrimiento, las ganas de ser y no ser…
Locura es un remolino abyecto que se apiada de ti cuando menos te lo esperas.
Es un sueño perenne del que solo un necio desearía despertarse,
aunque los haya más necios: aquellos que ni siquiera se atreven a soñar
-los cuerdos, los que están en sus cabales
los que se emborrachan en la cantina una noche sin luna-
Locura es el candor de un niño esperando a los Reyes Magos,
la otra cara del autoengaño,
un secreto inimaginable confesado en un idioma que no existe.
Locura es felicidad y tristeza,
una tenue sombra: La tuya,
sí, la tuya al ver reflejado tu rostro en un espejo convexo.
Locura es afirmar lo que hace un segundo has negado,
y acto seguido volverlo a afirmar.
Un beso libidinoso ante la atenta mirada de un efebo.
Locura es volar en el lomo de un búho,
y alzar el puño,
y vibrar,
y sentir que estás vivo: por dentro y por fuera,
como si nada ni nadie pudiese salvarte.
Comments